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miércoles, 21 de septiembre de 2016

Siglo XV

1-Venus de Urbino- Tiziano, 1538
2-Santo Entierro- Caravaggio, 1603
3-Retrato de Ginebra de Benci- Leonardo da Vinci, 1474
4-Santo Entierro- Miguel Angel, 1501

1-  La obra representa a una figura femenina muy sensual que aparece desnuda en un lujoso lecho, la escena está ambientada en el interior de una lujosa edificación palaciega de Venecia. La maestría que Tiziano demuestra en el colorido le permite presentarse como uno de los mejores representantes de la escuela veneciana.


2- San Juan y Nicodemo sostienen con esfuerzo el cuerpo de Cristo muerto, mientras detrás se encuentran la Virgen María, María Magdalena y María de Cleofás.1 Esta pintura barroca – con una cascada diagonal de plañideros y portadores del cuerpo de Cristo, y la piedra desnuda – no es un momento de transfiguración, sino de duelo. Caravaggio presenta personajes abatidos, agachados, acuclillados, tumbados o al menos cabizbajos, alejándose así de los modelos estatuarios del Alto Renacimiento.2


3- egún algunas hipótesis la joven Ginevra era una dama destacada del Renacimiento italiano que acostumbraba a manejarse entre los círculos eruditos y las tertulias intelectuales, sin embargo la dama fue casada por orden de su padre con un próspero comerciante mucho mayor que ella. El retrato realizado por Leonardo podría representar a la joven dama antes de su boda y tras ella el árbol del enebro que alude a su nombre.

4- Se trata de un cuadro inacabado del Entierro de Cristo atribuido al maestro de l a Italia del Renacimiento Michelangelo Buonarroti (Miguen Angel) y fechado en los años 1500 y 1501.
Según algunos, la obra fue ejecutada por alguno de los discípulos de Miguel Ángel desde un dibujo del maestro, o quizá fuera una imitación directa.
El anciano con barba que está detrás de él es José de Arimatea, que renunció a su propia tumba para que sirviera de sepulcro a Cristo. La figura de la izquierda es, probablemente San Juan que lleva un vestido largo de color naranja-rojizo, y a sus pies se encuentra María Magdalena arrodillada.











2- Utopia- Tomas Moro
Enfermos
A los enfermos los asisten con grandes atenciones y cuidados, no dejando de emplear ningún medicamento ni ningún régimen que sea útil para restituirle la salud que le falta. Si alguno padece enfermedad crónica, le hacen compañía, entreteniéndole con la conversación y prodigándole toda clase de cuidados para aliviarle.
Si la enfermedad es incurable, con, grandes y constantes dolores, los Sacerdotes y el Magistrado le visitan y confortan, tratando de persuadirle de que hallándose inepto para los actos de la vida, molesto a los demás y pesado a sí mismo, que no se rebele contra su pronto fin queriendo alimentar la maligna enfermedad. Que siendo su vida un tormento, no dude en morir, antes bien lo desee con la confianza de tan miserable estado, ya sea quitándose él mismo la vida o pidiendo que se la quiten, ya que al morir no dejará comodidades, sino la peor miseria. Además de esto (siguiendo el consejo de los Sacerdotes, intérpretes de la voluntad de Dios) los que se dejen persuadir realizarán una obra santa y pía dejándose morir de inanición, o pidiendo que les quiten la vida mientras duermen. A nadie hacen morir contra su voluntad, ni les disminuyen los cuidados durante la enfermedad mortal, persuadidos de que ejecutan una ocupación muy virtuosa. Pero si alguno se mata sin el consentimiento de los Sacerdotes y del Magistrado, no le dan sepultura y arrojan su cuerpo a una laguna

En mi opinión pienso que Tomas Moro quiso expresar que su cuidad perfecta sería de esta manera: se trata de que si algo te pasa esto se resuelve con mucha ayuda, siempre te apoyarán y si mueres morirás con todo su esfuerzo en ti o dejando que se mueran ellos solos y arrojan su cuerpo a una laguna.

El principe- Nicolas Maquiavelo
El príncipe que no sepa ser amigo o enemigo decidido, se granjeará con mucha dificultad la estimación de sus súbditos. Si están en guerra dos potencias vecinas, debe declararse por una de ellas, so pena de hacerse presa del vencedor, sin ningún recurso, y alegrándose el mismo vencido de su ruina; porque el vencedor no podrá mirar con buenos ojos a un enemigo incierto, que le abandonaría al primer revés de la fortuna, y el vencido nunca le perdonará que se haya mantenido tranquilo espectador de sus derrotas. "

Hecho por Julian cueli y Francisco Tarantino


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